Como fisioterapeuta, es mi objetivo proporcionar información clara y basada en evidencia sobre la tendinitis calcificada de hombro, una afección que puede afectar significativamente la calidad de vida si no se trata adecuadamente. Con un abordaje adecuado, los pacientes pueden recuperar la funcionalidad y reducir el dolor asociado.

¿Qué es la Tendinitis Calcificada de Hombro?

La tendinitis calcificada ocurre cuando se acumulan depósitos de hidroxiapatita cálcica en los tendones del manguito rotador, especialmente en el supraespinoso. Aunque su causa exacta no está completamente clara, se ha asociado con procesos degenerativos, metabólicos y alteraciones en la vascularización tendinosa. Este proceso puede ser espontáneo o resultado de microtraumas repetitivos.

El desarrollo de esta afección generalmente sigue tres fases:

  1. Fase de formación: se producen los depósitos calcificados.
  2. Fase de reposo: los depósitos pueden permanecer estables, aunque los síntomas fluctúan.
  3. Fase de reabsorción: el cuerpo intenta eliminar los depósitos, lo que puede provocar inflamación y dolor agudo.

Como fisioterapeuta, reconozco que identificar la fase en la que se encuentra el paciente es esencial para planificar un tratamiento adecuado.

Síntomas Comunes

Los principales síntomas incluyen:

  • Dolor agudo o crónico en el hombro, que puede irradiarse al brazo.
  • Limitación en el rango de movimiento, especialmente durante actividades por encima de la cabeza.
  • Inflamación y sensibilidad al tacto.
  • Dolores nocturnos que interrumpen el sueño.

El dolor puede variar desde una molestia leve hasta episodios incapacitantes. En mi experiencia clínica, los pacientes suelen presentar una combinación de rigidez y debilidad funcional.

Diagnóstico

El diagnóstico de la tendinitis calcificada requiere una combinación de historia clínica, examen físico y estudios de imagen:

  1. Historia clínica: recojo información detallada sobre la aparición del dolor, su duración y factores que lo empeoran o alivian.
  2. Examen físico: evalúo el rango de movimiento, la fuerza y la presencia de puntos dolorosos. Tests específicos del hombro ayudan a descartar otras patologías como el pinzamiento subacromial o desgarros tendinosos.
  3. Estudios de imagen:
    • Radiografía: ideal para visualizar los depósitos calcificados.
    • Ecografía: herramienta no invasiva que permite observar los tejidos blandos y guiar procedimientos terapéuticos.
    • Resonancia magnética: se utiliza en casos complejos para evaluar estructuras circundantes.

El uso de herramientas diagnósticas adecuadas facilita la planificación de un tratamiento eficaz.

Tratamiento Basado en Evidencia

Como fisioterapeuta, priorizo los tratamientos no invasivos y personalizados. La literatura reciente (2020-2023) avala las siguientes estrategias:

  1. Terapia Física y Rehabilitación
    • Ejercicios terapéuticos: estos incluyen fortalecimiento progresivo del manguito rotador y estiramientos para mejorar la movilidad. Los ejercicios isométricos son particularmente útiles en fases agudas.
    • Terapia manual: las técnicas de movilización articular y liberación miofascial pueden aliviar el dolor y mejorar la función.
    • Terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT): Esta intervención no invasiva ha demostrado ser eficaz en la disolución de los depósitos calcificados y la estimulación de la regeneración tisular. En mi práctica, he observado resultados positivos en pacientes con dolor crónico.
  2. Tratamiento Farmacológico
    • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs): se utilizan para reducir el dolor y la inflamación.
    • Inyecciones de corticosteroides: indicadas en casos de dolor severo. Siempre advierto a mis pacientes sobre su uso moderado para evitar efectos adversos.
  3. Terapias Intervencionistas
    • Lavado percutáneo con aguja: procedimiento guiado por ecografía que elimina los depósitos calcificados mediante irrigación con suero fisiológico. Es una opción menos invasiva que la cirugía.
    • Cirugía artroscópica: indicada en casos refractarios al tratamiento conservador. Permite la remoción precisa de los depósitos y la reparación de daños tendinosos asociados.

Pronóstico

En mi experiencia, la mayoría de los pacientes responden bien a tratamientos conservadores. Sin embargo, algunos casos pueden requerir intervenciones más avanzadas. La recuperación depende de varios factores, como la gravedad de los depósitos y la adherencia al plan terapéutico.

Prevención

Como fisioterapeuta, destacó la importancia de prevenir recaídas mediante:

  • Higiene postural: mantener una postura adecuada durante actividades cotidianas y laborales.
  • Ejercicio regular: programas de fortalecimiento y movilidad enfocados en el hombro.
  • Educación del paciente: informar sobre los riesgos de movimientos repetitivos y cómo evitarlos.

Casos Clínicos y Experiencia Personal

En mi práctica, he trabajado con pacientes de diferentes edades y niveles de actividad física. El 85% mejora con el tratamiento de ondas de choque, hay otro 15% que no mejora del todo, pero el dolor disminuye.

Conclusión

La tendinitis calcificada de hombro es una condición dolorosa pero tratable. Como fisioterapeuta, mi objetivo es ofrecer soluciones personalizadas que combinen estrategias modernas y comprobadas para garantizar una recuperación efectiva. Si experimentas síntomas, no dudes en buscar ayuda profesional para recuperar tu calidad de vida.

Así que llegados a este punto si has leído hasta el final ya sabrás los síntomas de una tendinitis y entonces sabrás si tú estás sufriendo una o no. si es así, y si quieres solucionarlo solo tienes que pulsar el botón verde de WhatsApp y hablas directamente conmigo.

Y recuerda lo que hoy no es nada mañana se puede complicar.