El ejercicio terapéutico ha sido una herramienta fundamental en fisioterapia para prevenir, tratar y rehabilitar diversas condiciones de salud. Desde el año 2020 hasta el presente, numerosos estudios científicos han aportado evidencia sólida sobre sus beneficios, reafirmando su papel esencial en la medicina moderna. En este artículo, exploraremos la evidencia reciente y explicaremos cómo el ejercicio terapéutico puede mejorar la calidad de vida, reducir el dolor y prevenir complicaciones en diversas patologías.
¿Qué es el ejercicio terapéutico?
El ejercicio terapéutico se refiere a un conjunto de actividades físicas planificadas, estructuradas y supervisadas por profesionales de la salud, diseñadas para mejorar funciones específicas del cuerpo. Estas actividades pueden incluir ejercicios de fuerza, movilidad, equilibrio, resistencia cardiovascular y control motor. Su aplicación varía dependiendo de las necesidades individuales del paciente.
Avances recientes en la investigación
- Dolor crónico
Una revisión sistemática publicada en 2022 en The Journal of Pain destacó que el ejercicio terapéutico es eficaz para reducir el dolor crónico en condiciones como la lumbalgia, la osteoartritis y la fibromialgia. Los estudios mostraron que programas personalizados de ejercicio ayudan a disminuir la sensibilidad al dolor mediante mecanismos como la mejora de la circulación sanguínea y la liberación de endorfinas.
Por ejemplo, un ensayo clínico de 2021 encontró que un programa de fortalecimiento y estiramientos disminuyó significativamente los niveles de dolor en pacientes con lumbalgia crónica, superando los resultados obtenidos con analgesia convencional.
- Rehabilitación post-COVID-19
La pandemia de COVID-19 marcó un antes y un después en la forma de abordar la rehabilitación. Un estudio publicado en Lancet Respiratory Medicine en 2023 demostró que programas de ejercicio terapéutico personalizados mejoran la capacidad pulmonar, la fuerza muscular y la fatiga en pacientes con síndrome post-COVID (long COVID). Además, se observó una reducción en los niveles de ansiedad y depresión en estos pacientes.
El entrenamiento de resistencia respiratoria y los ejercicios de bajo impacto, como el yoga y el tai chi, se destacaron como intervenciones eficaces.
- Salud cardiovascular
Entre 2020 y 2024, múltiples estudios reforzaron la importancia del ejercicio terapéutico en la prevención y rehabilitación de enfermedades cardiovasculares. Un meta-análisis publicado en European Heart Journal en 2023 concluyó que el ejercicio supervisado reduce el riesgo de recaídas en pacientes con insuficiencia cardíaca, mejorando la capacidad funcional y disminuyendo la mortalidad.
Programas de caminatas progresivas, entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés) y ejercicios de fuerza demostraron ser efectivos en la rehabilitación cardiaca.
- Salud mental
La conexión entre el ejercicio y la salud mental ha sido un foco de investigación reciente. Una revisión de 2021 publicada en Psychological Medicine encontró que el ejercicio terapéutico es una intervención eficaz para reducir los síntomas de ansiedad, depresión y trastornos del sueño. Los programas de actividad física, adaptados a las necesidades y preferencias del paciente, mostraron beneficios incluso en personas con trastornos mentales graves.
Se observaron mejoras en la regulación emocional, el autoestima y la función cognitiva, atribuidas a factores como la liberación de neurotransmisores (dopamina y serotonina) y la mejora en la calidad del sueño.
- Salud musculoesquelética
El ejercicio terapéutico también ha mostrado ser crucial para tratar lesiones musculoesqueléticas. Estudios recientes destacan su eficacia en la rehabilitación tras cirugías de reemplazo articular, esguinces, fracturas y lesiones de ligamentos.
Un estudio realizado en 2022 reveló que los programas de fortalecimiento excéntrico y movilidad reducen los tiempos de recuperación y mejoran los resultados funcionales en pacientes postquirúrgicos. Además, los ejercicios de propiocepción han demostrado ser esenciales para prevenir recaídas en lesiones deportivas.
Como fisioterapeuta, es mi objetivo proporcionar información clara y basada en evidencia sobre la tendinitis calcificada de hombro, una afección que puede afectar significativamente la calidad de vida si no se trata adecuadamente. Con un abordaje adecuado, los pacientes pueden recuperar la funcionalidad y reducir el dolor asociado.
¿Qué es la Tendinitis Calcificada de Hombro?
La tendinitis calcificada ocurre cuando se acumulan depósitos de hidroxiapatita cálcica en los tendones del manguito rotador, especialmente en el supraespinoso. Aunque su causa exacta no está completamente clara, se ha asociado con procesos degenerativos, metabólicos y alteraciones en la vascularización tendinosa. Este proceso puede ser espontáneo o resultado de microtraumas repetitivos.
El desarrollo de esta afección generalmente sigue tres fases:
- Fase de formación: se producen los depósitos calcificados.
- Fase de reposo: los depósitos pueden permanecer estables, aunque los síntomas fluctúan.
- Fase de reabsorción: el cuerpo intenta eliminar los depósitos, lo que puede provocar inflamación y dolor agudo.
Como fisioterapeuta, reconozco que identificar la fase en la que se encuentra el paciente es esencial para planificar un tratamiento adecuado.

Mecanismos de acción del ejercicio terapéutico
El ejercicio terapéutico no solo actúa a nivel físico, sino también en procesos bioquímicos y psicológicos:
- Mejora de la circulación: Facilita la oxigenación y la eliminación de desechos metabólicos.
- Neuroplasticidad: Promueve la reorganización funcional del cerebro, mejorando el control motor y la percepción del dolor.
- Regulación del sistema inmune: Reduce la inflamación crónica, contribuyendo al manejo de enfermedades autoinmunes.
- Efectos psicológicos: Favorece la producción de hormonas del bienestar, como la serotonina y la endorfina.
Recomendaciones prácticas para su implementación
Para que el ejercicio terapéutico sea efectivo, es crucial que sea personalizado y supervisado. Aquí algunos consejos clave:
- Evaluación inicial: Un fisioterapeuta debe evaluar las necesidades y capacidades del paciente para diseñar un plan adecuado.
- Progresión gradual: Comenzar con ejercicios de baja intensidad e incrementar la carga según la respuesta del paciente.
- Monitoreo constante: Evaluar periódicamente los progresos y realizar ajustes al programa.
- Educación al paciente: Explicar los objetivos del ejercicio y fomentar la adherencia mediante la motivación.
Ejercicio terapéutico y tecnología
En los últimos años, la tecnología ha jugado un papel clave en la aplicación del ejercicio terapéutico. Aplicaciones móviles, dispositivos de monitoreo y realidad virtual han permitido personalizar y supervisar los programas de manera remota. Estudios recientes han demostrado que estas herramientas aumentan la adherencia al tratamiento y mejoran los resultados clínicos.
Por ejemplo, un estudio de 2023 publicado en JMIR Rehabilitation and Assistive Technologies destacó que los programas de tele-rehabilitación basados en ejercicio terapéutico son tan eficaces como las sesiones presenciales en el manejo de enfermedades crónicas.
Conclusiones
El ejercicio terapéutico se ha consolidado como una intervención respaldada por la evidencia científica para mejorar la salud y el bienestar. Entre 2020 y 2025, los estudios han demostrado su eficacia en el manejo de dolor crónico, la rehabilitación post-COVID-19, la salud cardiovascular, la salud mental y las lesiones musculoesqueléticas.
Para maximizar sus beneficios, es fundamental contar con la orientación de un fisioterapeuta y personalizar los programas según las necesidades individuales. Con la integración de tecnologías innovadoras y un enfoque centrado en el paciente, el ejercicio terapéutico seguirá siendo una herramienta esencial en la fisioterapia.